El Ministerio de Economía volverá este miércoles a colocar deuda en pesos con el objetivo de, al menos, refinanciar los cerca de $6 billones que vencen en los próximos días. Para ello, ofrecerá a los inversores cinco títulos. Sobre la mesa habrá cuatro LECAP, las letras a tasa fija con las que la Secretaría de Finanzas prometió restablecer un esquema de rendimientos positivos frente a la inflación. Pero la principal novedad es el regreso al menú de un bono dólar linked: Luis Caputo decidió volver a proponerlo en días de expansión de la brecha cambiaria y pese al rechazo expreso del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La colocación será la segunda y última de junio. En la licitación anterior, ocurrida tras días de fuerte tensión en los mercados financieros, el equipo económico decidió poner en pausa el proceso de migración de deuda desde el Banco Central hacia el Tesoro y adjudicó lo necesario para renovar los vencimientos de mitad de mes. Ese pasamanos de deuda fue parte de la estrategia de desarme de los pasivos remunerados del BCRA, que el Gobierno decidió acelerar en mayo, a cambio de un crecimiento del endeudamiento neto de corto plazo del fisco.
En esa oportunidad, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que el período de tasas de interés reales negativas (que hasta entonces se utilizó para licuar los pesos de la economía) había llegado a su fin. Y adjudicó LECAP a septiembre con una tasa efectiva mensual (TEM) mínima garantizada del 4,25%, levemente por encima del 4,2% de inflación de mayo.
Para la licitación de este miércoles, el Palacio de Hacienda volvió a poner una referencia de tasa en un solo instrumento. Se trata de una nueva LECAP al 30 de septiembre, que también tendrá un rendimiento mínimo del 4,25% TEM. En las mesas de la City señalan que no es seguro que termine siendo positiva, puesto que el grueso de las consultoras prevén que el IPC de junio será mayor al de mayo y hay dudas sobre lo que ocurrirá en los meses siguientes.
El equipo de Caputo reabrirá también una LECAP al 26 de julio y otra al 30 de agosto, que no tendrán referencia de tasa y se licitarán por precio. Finanzas determinó para estas tres letras en conjunto un monto máximo a colocar de $6 billones, en línea con los vencimientos a renovar (concentrados mayormente en una LECAP que expira el 1° de julio y un bono Dual que paga inflación o variación del dólar, lo que más le reditúe el tenedor). La cuarta letra que habrá sobre la mesa será una LECAP al 13 de diciembre, que también se subastará por indicación de tasa pero que no tiene un rendimiento mínimo predefinido.
Deuda, dólar linked y FMI
Con todo, la principal novedad será el regreso a las licitaciones del Tesoro de un título indexado al tipo de cambio oficial, es decir, que brinda cobertura contra una eventual devaluación. Se trata de un nuevo bono dólar linked con cupón cero que expirará el 15 de diciembre de 2025. Tanto este instrumento como la LECAP a diciembre no tienen tope prefijado y se podrá adjudicar “hasta el monto máximo autorizado por la normativa vigente”.
La vuelta de los dólar linked ocurre en momentos de expansión de la brecha cambiaria hasta niveles de entre el 44% (en el caso del CCL) y el 49% (en el del blue). El mercado abrió signos de interrogación respecto de la sostenibilidad del actual esquema cambiario ante el muy bajo nivel de compras netas de divisas del BCRA en junio y los pedidos del Fondo para que se acelere el ritmo de depreciación del peso. En ese marco, este lunes, en una jornada mayormente negativa para la deuda en pesos, los bonos dólar linked marcaron una suba de 2,3%, precisaron desde Cohen.
Hay quienes toman el ofrecimiento de este bono como una señal de Caputo de que confía en sostener el “crawling peg” en el 2% mensual, como aseguró el viernes pasado cuando salió a desmentir versiones de devaluación. Lo cierto es que, en caso de que esta ocurriera, quienes lo suscriban recibirán un mayor beneficio y se elevará el costo para el Tesoro.
De todas maneras, el ofrecimiento de un título dólar linked va a contramano de uno de los planteos del FMI, que quedó plasmado por escrito en su reciente Staff Report. Allí, el organismo hizo referencia al compromiso del Gobierno de evitar la colocación de deuda indexada tanto al dólar como a la inflación y su reemplazo por títulos a tasa fija, como hizo en las últimas subastas.
“Para reducir las vulnerabilidades de la deuda y construir la curva de rendimientos del Tesoro, los esfuerzos continúan virando hacia instrumentos a tasa fija (lejos de los títulos indexados a la inflación y al tipo de cambio), eliminación de los costosos seguros del banco central (puts) y cambio de títulos del BCRA a títulos del Tesoro”, señaló el reporte del Fondo, publicado tras la última revisión de cumplimiento de las metas macroeconómicas.
En otro capítulo de la misma zaga, en los últimos días, Caputo salió a desmentir (además de la aceleración del ritmo de devaluación) el final del llamado dólar blend, el tipo de cambio diferencial al que acceden los exportadores al poder liquidar el 20% de sus ventas al exterior a través del mercado del contado con liquidación. El FMI, que quiere que esas divisas ingresen a las reservas y no se utilicen para contener la cotización del CCL, había insistido en el mencionado informe en que el blend finalizaría a mitad de año.
Como señaló Ámbito, otro de los contrapuntos con el organismo pasó los límites que planteó Washington a la idea de Javier Milei de avanzar en una dolarización y en el cierre del Banco Central. En el Staff Report indicó que, en un futuro esquema de “competencia de monedas”, el dólar no será moneda de curso legal y que el BCRA mantendrá funciones relacionadas a la emisión para comprar divisas, la gestión de la liquidez y la salvaguarda del sistema financiero como prestamista de última instancia.
Por lo pronto, el mercado seguirá con atención el resultado de la licitación de este miércoles. Al respecto, el Grupo SBS señaló: “Creemos que los puntos clave serán si finalmente sucede como en la licitación previa, en que se declararon desiertas las LECAP cortas y se adjudicó únicamente la de TEM mínima, y en qué tanta demanda (y tasa) tendrá finalmente la nueva S13D4 (la LECAP a diciembre)”.