Este martes, en el torneo de Wimbledon, el argentino Francisco Comesaña rompió todos los pronósticos al vencer a Andrey Rublev (sexto preclasificado) por 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 (7-5) en tres horas de juego.
En un suceso que no estaba en los planes de los presentes, el marplatense de 23 años se impuso ante el poderío del ruso y ante las inclemencias climáticas que postergaron el encuentro. Dicho partido se disputó en el court número 2 y mostró al argentino bien plantado ante uno de los jugadores candidatos a quedarse con el título del emblemático torneo inglés.
Con mucha tensión en algunos pasajes del partido, el argentino llevó al límite al ruso en un juego más psicológico que físico, a punto tal que su contrincante se vio superado cuando erró un golpe sencillo de revés y descargó toda su furia con su raqueta.
A raíz de ello, Rublev empezó a golpear su raqueta contra la rodilla en reiteradas ocasiones y, al sentarse en su silla a la espera del próximo game, se observó cómo esa parte de su cuerpo quedó sangrando debido a los fuertes impactos.
Con la vista fija en la cancha, tal vez reflexivo por sus errores y la reacción desmedida, Rublev volvió a jugar el partido, aunque sin mostrar su mejor versión que lo llevó a estar en el top 10 del ránking de la ATP.
Comesaña, quien dio sus primeros pasos como tenista en GEBA, logró un triunfo importantísimo que le dará confianza y rodaje en medio de un torneo tan trascendental como es Wimbledon.
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LA NACION