El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, criticó hoy en una columna en su blog la transferencia de la estabilidad en la “macro” a la apertura comercial y financiera. Según escribió, el staff del FMI, la mayoría de los economistas ortodoxos y los inversionistas “aún cuando valoran y ponderan el ajuste fiscal no parecen compartir esta estrategia del gobierno y esperan importantes cambios en la política cambiaria y monetaria”.
Las declaraciones del ex ministro Cavallo, que incluyen en el texto repetidos elogios al Gobierno por haber logrado además la aprobación de la Ley Bases, llegan el mismo día que el dólar blue se volvió a disparar generando más brecha entre el oficial y el paralelo.
De acuerdo a Cavallo, “el equipo económico no muestra apuro por remover las restricciones cambiarias tanto al comercio de bienes como al de servicios y el movimiento de capitales porque teme que de hacerlo podría producirse un salto cambiario capaz de desestabilizar nuevamente la macroeconomía”.
“Por consiguiente, la idea de avanzar hacia un nuevo sistema monetario con competencia entre el peso y el dólar que reiterativamente anuncia el presidente Milei se postergaría, al menos hasta el año 2025, para completar la transformación de los pasivos remunerados del Banco Central en deuda del Tesoro”, agrega.
Para Cavallo, esto generará mayor pérdida de reservas. “El mayor riesgo de la continuidad de la política cambiaria y de la postergación de la liberalización del segmento financiero del mercado cambiario radica en la pérdida de reservas”, escribe el economista.
Y agrega que una solución, que se deriva según él del informe del Fondo, es una devaluación del 10 por ciento del tipo de cambio oficial, acompañada de una derivación del 20% de lo que se opera en el Contado con Liquidación. Esto implicaría poner el dólar oficial a 1000 pesos por dólar.
“Si, al mismo tiempo se redujera el impuesto país del 17,5 al 7,5 se podría evitar el impacto inflacionario del aumento del costo de las importaciones. Se trataría de una devaluación perfectamente compensada que permitiría al Banco Central comprar las reservas que hasta este cambio se derivaban al mercado CCL”, afirma.
En la misma línea que Cavallo, Ecolatina publicó hoy un informe que sostiene: “Hacia adelante, el panorama en el mercado único y libre de cambios (MULC) luce poco alentador y, por consiguiente, se haría más desafiante la acumulación de reservas. Por un lado, el pago de importaciones seguirá creciendo por el propio diseño del esquema. Por otro lado, una vez superada la temporada alta de la liquidación, se abre el interrogante en torno a qué tan sostenible es el esquema actual sin el agro aportando dólares para recomponer reservas y contener la brecha”.
LA NACION