El hotel tiene todas las características ligadas a la excelencia. Sin embargo, La María es una experiencia, más allá del lujo y la confortabilidad.
Una experiencia más que un hotel de lujo
María Aguinaga contó a Diario UNO cómo es que surgió la idea de llevar adelante este proyecto.
“Yo me había enamorado de las posadas brasileñas, y una de las opciones era construir el hotel en Brasil, pero después quisimos hacerlo en Mendoza”, cuenta, con el mismo entusiasmo con el que antes hablaba de sus creaciones en la pastelería.
Lo que lo hace diferente, no son las ocho habitaciones equipadas cada una con su spa, tinas de madera especialmente traídas de Estados Unidos, sistema domótico que regula las luces, cortinas y la temperatura, un fogón para que los huéspedes disfruten el paisaje aún en el inverno mendocino.
Todo eso está al cien por cien. Pero además, está “la María”, que apuesta por brindar experiencias personalizadas.
“Yo a la gente que recibo, le doy mi tiempo, la escucho, quiero que se sientan bien recibidos, como en su casa. Si no tienen cómo tomarse un uber, ahí está mi camioneta. Yo los llevo adonde necesiten ir”.
La empresaria mendocina es sumamente detallista, se encarga de conocer a sus clientes para tratar de brindarles un mejor servicio.
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“Hace poco vino una pareja de Centroamérica. La mujer quería agasajar a su marido porque era su cumpleaños y nosotros nos encargamos de todo, hasta de ambientar la habitación para el festejo”.
También tuvieron huéspedes a quienes se les presentó un problema personal y decidieron no salir a conocer Mendoza, sino que se quedaron dentro del hotel. “Eran tres chicas de Buenos Aires que se fueron muy contentas, porque las recibimos con comida, una picada, les hicimos un fogón, lo que a mí me gusta es que el momento que pasen acá, sea inolvidable“, contó la dueña de La María.
Homenaje a escritores y escritoras
Si bien hay mucho para destacar del hotel, uno de los detalles más singulares que posee es que cada una de las ocho habitaciones está ambientada y dedicada a escritores y escritoras.
María contó que esta idea fue de ella, y se inspiró en un principio, en su marido.
“Con mi esposo estuvimos en La Habana, y fuimos a comer a un restaurante que se llama El Salao, donde iba Ernest Hemingway, y en la pared había un mural con su rostro, eso lo quise reproducir en el hotel”
Y así es como le dio vida a la habitación que lleva el nombre de ese escritor, y de muchos otros como Jorge Luis Borges, Simone de Beauvoir, Isabel Allende y Albert Camus.
Cada habitación tiene pintado el mural y una frase que caracteriza al escritor o escritora.
“Les podríamos haber puesto a las habitaciones nombres relacionados con el vino, o las piedras de la montaña, pero estos escritores son significativos para mí”, contó la dueña de La María.
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El hotel en datos
El hotel La María está ubicado en la calle Darragueira 1551 de Chacras de Coria.
El terreno total es de 2.300 m2, en tanto que 900 m2 son cubiertos.
El proyecto arquitectónico fue elaborado por Iván Radrizzi, Francisco Rodríguez Rolfi, Renzo Amici y Trinidad Conalbi, mientras que el interiorismo es de María Laura Lacroix.
La inversión inicial de Ernesto Villarroel y María Aguinaga fue de U$S 3 millones, que piensan recuperar a lo largo de siete años.
Cada una de las 8 habitaciones, inspiradas como ya se dijo, en un escritor o escritora, tienen equipamiento de alta gama, sistema inteligente para control de luces (natural y artificial) y temperatura.
Poseen spa, y cuentan con una tina de madera. También tienen su propia piscina y a cuatro de ellas se les suma un sauna.
El hotel tiene una cava, un bar, horno de barro y fogones donde cocinar a las brasas, pero el estilo de comidas es muy dinámico, como contó María.
Otra actividad que se puede realizar es yoga, para lo que se cuenta con lugar especialmente ambientado.
María en persona se ocupa de chequear que todo funcione correctamente y se instala en cada habitación para hacerlo.