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Jerusalén, 16 jun (EFE).- La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, calificó este domingo de “legalmente inaceptable” la medida del Gobierno extendiendo un año el servicio de los reservistas en edad de retirarse con motivo de la guerra en Gaza, según apuntó en un comunicado recogido por los medios locales.
La medida “eleva la carga sobre los que sirven en el Ejército en este momento sin aportar medidas activas significativas, incluso en el plazo inmediato, para minimizar la desigualdad en la carga del servicio”, precisa el texto.
El Gobierno israelí aprobó hoy la prórroga, de otros tres meses (hasta septiembre), de la medida, aún vigente pero que iba a expirar a finales de mes tras cuatro meses en funcionamiento.
Sin dicha prórroga, los soldados reservistas reciben la baja al cumplir 40, los oficiales en servicio de reserva, a los 45, y los reservistas en puestos clave, a los 49.
Baharav-Miara insistió en su declaración en la necesidad de “agotar todas las posibilidades legislativas y de otros tipos para la plena realización del potencial de reclutamiento militar”, así como de la imposición de la carga del servicio “a toda la población”.
La fiscal general expuso que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, le habría dicho que no aprobar la prórroga puede tener consecuencias negativas inmediatas y directas para la seguridad de Israel.
Esta iniciativa gubernamental llega mientras el país sigue inmerso en el debate sobre la desigualdad en el reclutamiento por la exención de los judíos ultraortodoxos, que como estudiantes de escuelas talmúdicas (yeshivá) pueden evitar el servicio militar obligatorio que afecta a sus conciudadanos.
La Justicia considera que la exención militar de los ultraortodoxos es discriminatoria, y Baharav-Miara avisó a comienzos de abril al estamento militar que debe comenzar a elaborar un plan de reclutamiento para los estudiantes religiosos tras expirar una disposición temporal que protegía la exención.
El pasado martes, el Parlamento aprobó un polémico proyecto de ley para estimular el reclutamiento militar de los judíos ultraortodoxos, concebido como una estratagema del primer ministro, Benjamín Netanyahu, para ganar tiempo mientras el Tribunal Supremo insta al Gobierno a reclutar a más ultraortodoxos para el Ejército.
Técnicamente, los legisladores no dieron su apoyo al proyecto de ley que fomenta el reclutamiento, sino que simplemente permitieron su paso a un comité donde el proyecto, probablemente, quedará enterrado, ya que la norma fue aprobada en primera lectura durante un Gobierno anterior (el de Yair Lapid y Naftali Bennet de 2021) y quedó en suspenso tras su disolución. EFE
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