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Luxemburgo, 17 jun (EFE).- La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Teresa Ribera, afirmó este lunes que detrás de los nombres que los líderes europeos puedan pactar este lunes para los altos cargos de las instituciones comunitarias habrá “un mensaje claro sobre cuáles son las prioridades” de la nueva legislatura frente a los “grandes desafíos”.
“Hoy se hablará de las personas que ocupan los cargos, pero obviamente esto no ocurre en el aire. Normalmente estas decisiones están muy vinculadas a esas líneas generales que todo el mundo que forma parte de esa decisión quiere que se respeten después”, dijo Ribera a la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Medio Ambiente que se celebra hoy en Luxemburgo.
En este sentido, Ribera, que aspira a una vicepresidencia en la próxima Comisión Europea, incidió en que “aunque de lo que estemos hablando en estos días sea de los nombres, tiene un elemento implícito importante y es para qué los nombres, para qué, qué representa esa foto de nombres”.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea comienzan este lunes con una cena informal la negociación para renovar los altos cargos de la Unión Europea tras las elecciones al Parlamento Europeo, con cuatro puestos para los que deben encontrar un equilibrio de género, geográfico y de color político.
A pesar de que siempre hay margen para las sorpresas, cuatro nombres suenan en todas las quinielas: la alemana Ursula von der Leyen, de nuevo al frente de la Comisión Europea; el portugués António Costa, para el Consejo Europeo; la maltesa Roberta Metsola para repetir en el Parlamento Europeo, y la estonia Kaja Kallas como alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
En las horas previas a la cumbre informal, Ribera ahondó en el hecho de que es “bueno” que haya un “intercambio de opiniones” entre los líderes europeos sobre cuál es la mejor terna para encarar la próxima legislatura, repleta de “grandes desafíos”.
Pero, en su opinión, “es importante que se mantenga también una primera orientación, un mensaje claro sobre cuáles son las prioridades, cómo se entiende que después de las elecciones al Parlamento Europeo debemos prepararnos para los grandes desafíos que tenemos por delante y primar y facilitar ese consenso entre las fuerzas europeístas, que saben que juntos podemos abordar con mucho más éxito los grandes desafíos que enfrenta Europa en un mundo muy complejo”.
En este sentido, la vicepresidenta mostró su confianza en que “las conversaciones informales de esta noche y las que se sucedan nos permitan contar cuanto antes con equipos de gobierno para las instituciones europeas fuertemente comprometidos con los europeos, con la sociedad europea, con las industrias y las empresas europeas y obviamente con un peso más importante de Europa en el mundo”.
Aunque la reunión de hoy podría dar lugar a un principio de acuerdo, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE tienen aún un encuentro en su cumbre formal a finales de este mes para acabar de perfilar sus decisiones los días 27 y 28 de junio.
Para enfilar las negociaciones, cada familia política designa dos negociadores: el griego Kyriakos Mitsotakis y el polaco Donald Tusk para el Partido Popular Europeo, el español Pedro Sánchez y el alemán Olaf Scholz para el Partido de los Socialistas Europeos, y el belga Alexander de Croo y la estonia Kaja Kallas para la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos.
Fuera de las tres grandes familias políticas proeuropeas, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuyo partido ganó en su país de las elecciones europeas, expresó su esperanza de que en la conformación de la nueva cúpula de la Unión Europea se “reconozca” el rol de Italia y se entienda el deseo de los electores, mayoritariamente decantados por la derecha. EFE
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