Durante los primeros meses del año, las ventas cayeron un 18% en comparación con el mismo período del 2023. Por ello, para Diab “hoy molesta todo; hay un nivel muy bajo de consumo”. Ni siquiera para el Día del Padre o para los fines de semanas largo repuntaron.
En el inicio de esta semana, el cierre de un conocido local de ropa en plena esquina céntrica (frente a la Bolsa de Comercio), reflejó la realidad que se viene transitando durante estos últimos meses. “Esto no afecta al centro de Rosario, sino también a la periferia y al resto del país”, remarcó Diab.
La falta de recursos y respaldo financiero se está llevando por delante una gran cantidad de negocios que tienen que abrochar los candados, y la otra parte que aún sobrevive, se encuentra al límite.
Sin embargo, el secretario destacó que, según los relevamientos realizados en conjunto con el Colegio de Corredores Inmobiliarios, la ocupación de locales en el centro sigue en alza. Pero, no descartó que la crisis pueda manifestarse de manera más visible en el futuro cercano, con un incremento en la cantidad de comercios vacíos.
Las panaderías, un claro ejemplo
Aunque las bajas temperaturas generadas por el invierno que impulsan a una temporada alta de consumo en las panaderías, este año la ola polar tomó otro rubo. Los comercios reflejan tristeza e incertidumbre.
En ese sentido, desde el sector panadero reportaron una fuerte caída en las ventas producto de las consecuencias a los tarifazos energéticos que se aplicaron desde el inicio del año, especialmente los de la luz y el gas. Diego Rubio, referente del área, brindó declaraciones a Sí 98.9, y aseguró que “El consumo viene muy, muy frenado”, a pesar de que “particularmente en el centro, este mes fue, incluso un poquito peor que el anterior”.
A este panorama de consumo a la baja, se le agregan los importe para poder producir, sobre lo cual explicó que es imposible ya sostener algo, y es “muy muy difícil poder aplicar un precio de rentabilidad real sobre el producto ya que principalmente la variable de tarifas fue tan alta que es imposible meterlo todo en costo”.
Consultado al respecto, Rubio desmintió que vaya a haber en estos días un aumento a raíz de la disparada del dólar blue, como sí se informó en Buenos Aires. Por ende, comunicó que siempre se maneja el valor del trigo con el de la pizarra internacional y con el precio del dólar blue, con la diferencia de que anteriormente había un subsidio para el mercado interno que hoy no existe más.
Con esta combinación entre bajas ventas y costos altos, el dirigente de la Asociación de Industriales Panaderos alertó que ven la situación con “mucha tristeza”, ya que “a menos que haya un vuelco para que crezca el consumo de una manera más o menos importante”, temen que “vaya a suceder lo que pasó en 2017”.
Esto último es en referencia a la gran cantidad de cierre de comercios que se registraron “por no poder afrontar los gastos fijos tan altos, con caída del consumo”. “Es una combinación que hace que muchas actividades comerciales tiendan a desaparecer. El que en este contexto tiene que afrontar un alquiler más o menos alto, está en situaciones mes a mes muy difíciles, y ni hablar cuando le toca renovar un contrato”, explayó.
Un recuerdo oscuro
En 2017, las grandes actualizaciones tarifarias también habían sido a esta altura del año, y tras la temporada alta de consumo de panificados del invierno, se comenzó a notar con fuerza el cierre de locales a partir de octubre. A raíz de ello, Rubio manifestó el temor de volver a vivir esa situación.
Así también, advirtió que lo que ocurre en épocas de cierre de comercios es que muchos terminan volcándose a producir de manera clandestina, algo que después revertir “es complicado y lleva mucho tiempo”.
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