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La profundización de la recesión fue explicada fundamentalmente por las caídas en la actividad de la industria manufacturera, el comercio y la construcción. La desocupación creció dos puntos porcentuales y hay 400.000 empleos menos en los 31 aglomerados urbanos que mide el Indec.
En medio del ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina se desplomó 5,1 % en el primer trimestre de 2024 respecto del mismo período de 2023, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ayer. La profundización de la recesión fue explicada fundamentalmente por las caídas en la industria manufacturera, el comercio y la construcción.
Según los datos históricos de la serie del Indec, la contracción de la economía doméstica fue la más aguda para un primer trimestre desde 2019, cuando la actividad sufría las consecuencias de las corridas cambiarias que provocaron una fuerte devaluación y sentaron las bases para el acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la comparación interanual, entre los componentes de la demanda, el mayor descenso se observó en la Formación bruta de capital fijo, es decir la inversión privada, con -23,4 % interanual (ia). Por su parte, el consumo, componente de mayor peso en lo que se produce fronteras adentro del país, registró una caída del 6,7 %, mientras que el gasto público se redujo 5 %.
La performance del comercio exterior compensó parcialmente las bajas ya que las exportaciones mejoraron 26,4 % respecto del año pasado, en buena parte debido a la baja base comparación ya que 2023 estuvo atravesado por una de las peores sequías de la historia, lo cual perjudicó las ventas externas de los principales cultivos del país.
Respecto del trimestre anterior, la caída de la actividad económica fue de 2,6 % en términos desestacionalizados. En cuanto a la demanda, solamente tuvieron un incremento trimestral en términos desestacionalizados las exportaciones con 11,1 % producto de la devaluación.
Subió el desempleo
La desocupación creció al 7,7 % al 31 de marzo de 2024, informó el Indec. Tras el impacto de la devaluación, el shock inflacionario y posterior recesión, el indicador aumentó dos puntos porcentuales respecto de fines de 2023.
Según el informe del instituto estadístico, hay 400.000 trabajadores ocupados menos en los 31 aglomerados urbanos que releva el Indec. Extrapolando los 31 aglomerados a la población total, se estima que 1,7 millones de personas se encuentran desocupadas actualmente, lo que implicaría unos 525.000 desocupados más en tres meses.
La tasa de actividad se ubicó, en el primer trimestre de 2024, en 48,0 %, 0,6 % por debajo del trimestre anterior. En el caso de la tasa de empleo, esta fue de 44,3 %, 1,5 % menos que el cuarto trimestre de 2023. Por su parte, la tasa de desocupación presentó este trimestre un aumento de 2 % a 7,7 %.
Entre los asalariados ocupados, el 4,3 % utilizó sus propias maquinarias o equipos para realizar su trabajo. Al mismo tiempo, del total de ocupados, el 7,6 % trabajó desde la vivienda.
Además, al analizar la población ocupada por nivel educativo, más de la mitad de las personas ocupadas (60,3 %) cuenta con hasta secundario completo, mientras que el 39,7 % posee estudio superior y universitario (completo o incompleto).
La producción industrial, el sector más afectado
La industria manufacturera sufrió un desplome del 13,7 % interanual en su producción entre enero y marzo, transformándose así en la principal incidencia negativa de la variación del PBI.
Los otros dos sectores que arrastraron a la actividad económica general de manera relevante fueron el comercio y la construcción, con caídas del 8,7 % y 19,7 %, respectivamente.
Vale remarcar que la crisis en la construcción también fue causante del menor nivel de inversiones en la economía real. De acuerdo con las cifras oficiales de Indec, la división de «construcciones» dentro de la inversión tuvo un declive del 26,6 %.
A los rubros mencionados puede sumársele el de la intermediación financiera, que arrojó una importante baja del 13 %, aunque con menor incidencia en el resultado agregado del producto.
En el extremo opuesto, fueron tres los sectores cuya producción aumentó en el primer trimestre: agro (10,2 %), minería y energía (8 %) y pesca (3,2 %).