![Descubren un tetrápodo basal gigante, un depredador superior de la era Paleozoica](https://www.conclusion.com.ar/wp-content/uploads/2024/07/descubri.jpg)
Gran descubrimiento en Namibia, Suroeste de Africa, se tarata de los restos fósiles de un nuevo tetrápodo basal gigante de unos 285 millones de años de antigüedad, que habría medido unos 4 metros de largo (período Pérmico de la era Paleozoica) a cargo de un equipo de investigación Internacional liderado por una paleontóloga Argentina.
El hallazgo desafía las hipótesis actuales acerca de la evolución temprana de los primeros vertebrados que abandonaron la vida plenamente acuática para incursionar en el medio terrestre. La nueva especie, un depredador superior de la era Paleozoica, fue bautizada como Gaiasia jennyae. El estudio ilustrará la tapa del de Nature, una de las revistas científicas más prestigiosas a nivel mundial.
El hallazgo y caracterización de los restos fósiles fue realizado por un equipo internacional liderado por Claudia Marsicano, investigadora del CONICET en el Instituto de Estudios Andinos “Don Pablo Groeber” (IDEAN, CONICET-UBA). y contó con el apoyo financiero de la National Geographic Society.
????Un equipo de investigación internacional, liderado por una paleontóloga del CONICET, halló en Namibia los restos fósiles de un tetrápodo basal gigante de unos 285 millones de años de antigüedad⬇️ pic.twitter.com/VhXhviZeRs
— CONICET Dialoga (@CONICETDialoga) July 3, 2024
Del equipo también participaron un investigador del Museo Field de Historia Natural de Chicago (Estados Unidos), otros dos paleontólogos del Consejo, Adriana Mancuso, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO-Gob. Mendoza), y Leandro Gaetano, también del IDEAN, y colegas de Sudáfrica y Namibia. Se trata del primer trabajo publicado en Nature liderado por una mujer paleontóloga argentina.
Los tetrápodos son todos los animales vertebrados con cuatro extremidades, ya sean ambulatorias o manipulatorias, actualmente, el grupo abarca a la mayoría de los vertebrados -anfibios, reptiles, aves y mamíferos- con excepción de los peces.
Los tetrápodos basales fueron los primeros vertebrados que desarrollaron dígitos, en lugar de aletas pares pectorales y pélvicas, que les permitieron desplazarse sobre el sustrato e incursionar en el medio terrestre. Al igual que los anfibios actuales, se desarrollaban en el agua hasta terminar la metamorfosis y en la vida adulta volvían al medio acuático para reproducirse. Recién con la aparición de los amniotas (grupo que abarca a los mamíferos, los reptiles y las aves) se produjo la independización del agua para la reproducción.
La importancia de encontrarlos
El descubrimiento de nuevos tetrápodos basales siempre es importante, porque se conocen muy pocos representantes en todo el mundo de un momento clave de la evolución de los vertebrados y de la vida en general, como fue el comienzo de la terrestrialización.
Y más extraño aún es encontrar especímenes relativamente completos. En este caso, si bien se habían encontrado restos craneales y postcráneales de distintos individuos, en una de las campañas se encontró un ejemplar casi completo, con el cráneo articulado con gran parte del postcráneo.
“Gaiasia viene a tirar por tierra diferentes hipótesis que se habrían considerado hasta ahora sobre la evolución de los tetrápodos” contó la científica. “En primer lugar, hasta hoy se consideraba que, más allá de su continuidad evolutiva en grupos como los amniotas y los anfibios, los tetrápodos basales se habían extinguido hace unos 300 millones de años, a fines del período Carbonífero de la era Paleozoica, mientras Gaiasia vivió hace unos 285 millones de años, durante el Pérmico temprano”.
“En segundo lugar, se suponía que estos animales se habían desarrollado únicamente en regiones paleoecuatoriales tropicales y subtropicales de climas benignos, con muchos recursos disponibles, mientras en lo que hoy es Namibia, en aquel momento dominaban los climas templado-fríos, y recientemente habían ocurrido glaciaciones”, explica Marsicano, quien realizó sus estudios de doctorado y posdoctorado sobre tetrápodos basales.