Un 2 de Julio de 1566 en Salon de Provence, Francia, moría el astrólogo y médico Nostradamus. Había nacido un 14 de Diciembre de 1503, en Saint Rémy de Provence, con el nombre de Michel de Nôtre-Dame en el seno de una familia judía convertida al catolicismo por presión de las autoridades de Provenza. Con llamativa facilidad para las matemáticas se volvió estudioso de la astrología y de las posturas astronómicas de Copérnico.
Mientras estudiaba en la Universidad de Aviñón la peste negra obligó a cerrarla, por ello terminó sus estudios de medicina en la Universidad de Montpellier. Su primer contacto con la profesión fue asistiendo por toda Francia a los afectados por la peste bubónica. Fue un viaje de descubrimientos, conoció a todo tipo de personajes fascinantes, médicos, alquimistas, místicos y adivinadores que abrieron su mente a nuevos horizontes. En 1531 se casó con Henriette d’Encausse de quien tuvo dos hijos, pero en 1537 toda su familia murió de una nueva epidemia de peste bubónica. Combatiendo esa enfermedad se trasladó a «Salon de Provence» donde estableció su residencia definitiva. En 1547 se casó con Anne Ponsarde Gemelle, una acaudalada viuda que lo contactó con la alta sociedad.
Michel abandonó la medicina para dedicarse al oscurantismo explotando su «supuesta» habilidad para predecir el futuro. Comenzó con la publicación de pequeños almanaques anuales, los que vendía con su nombre latinizado Nostradamus. Desde 1550 el éxito de estas publicaciones lo llevaron a planear un gran libro de predicciones que se llamaría «Profecías». Lo escribió en «Redondilla», estrofa de cuatro versos octosílabos, con rima asonante o consonante. Temiendo ser perseguido por la inquisición, utilizó métodos y argucias para evitarlo. Escribió partes en provenzal, griego, latín, italiano, hebreo y árabe, esto dificultó su comprensión y acrecentó el misterio. Fue considerada la mayor obra literaria después de la biblia aunque se creía que para conocer el futuro había hecho tratos con el demonio. El 1 de Julio de 1566 postrado por un edema le dijo a su asistente, llegó el día, mañana no despertaré, así fue.
Su obra fue estudiada detalladamente durante siglos, cosechando admiradores y detractores. La ambigüedad de la mayoría de sus predicciones permiten tomarlo como un maestro de la adivinación o como el mayor charlatán de la historia.
