Hacemos Unidos cree que el cerco se está cerrando cada vez más sobre la exdiputada. “Su único argumento de peso era que iba primera en las encuestas. Eso ya no sucede:Guillermo la supera por algunos puntos y la tendencia es que la ventaja se profundice. Pero, además, es un proceso que está acompañado fuertemente por el gobernador, por el intendente, por el partido, los dirigentes. Todos los demás precandidatos se bajaron y se va a terminar de anunciar en las próximas horas. Todos estamos acá; excepto Adriana y su grupo”, manifiestan cerca de Llamosas.
De un lado y otro se profesan resentimiento. A Llamosas el nazarismo lo acusa de deslealtad por no devolverle a Nazario el apoyo que José Manuel de la Sota le dio a él en 2016;el intendente asegura que fue generoso más de la cuenta cuando hace 4 años le mantuvo los espacios de poder a La Militante a pesar de que, ya sin el exgobernador, no valía lo mismo. Además, Llamosas sostiene ante los suyos que, en sus conversaciones, Adriana nunca le manifestó su intención de ser intendente ni le pidió su acompañamiento. “No podía quedarme esperando a ver si se decidía o no. Y, como intendente, tengo el derecho de apoyar a alguien que siga nuestra línea de gestión”, dice el jefe comunal.
El gobernador Llaryora empezó a actuar más directamente sobre el escenario riocuartense en los últimos días; su protagonismo se ha acentuado de manera notoria. No sólo con su presencia, y con la actitud de tener en cada acto a De Rivas a su lado, sino también con su discurso y su acción. En la ciudad, durante la última visita, también estuvo Manuel Calvo, ministro de Gobierno y encargado de la estrategia electoral. El exvicegobernador operó para que los planetas en el peronismo puedan alinearse.
En ese marco, Llaryora convocó abiertamente a la unidad y lanzó una novedad: propuso una encuesta para definir al candidato. Es, en apariencia, una invitación: si los emisarios de Nazario siempre se basaron en las encuestas para argumentar en favor de la candidatura, ¿por qué podrían negarse ahora a replicar el mismo mecanismo? Pero también es una trampa: porque si el gobernador invita a un sondeo es porque está convencido de que los números le serán favorables a su candidato. Incluso en el schiarettismo, que tenía dudas sobre la estrategia y terminó sumándose más por disciplina que por convicción, admiten que De Rivas ha crecido y que tiene proyección para adelante.
La propuesta de la encuesta les fue transmitida a algunos operadores nazaristas, a los que el oficialismo considera “racionales” (en el otro grupo están los “talibanes”). Hasta ahora no ha habido respuesta. Pero ni siquiera el ala negociadora del nazarismo pone demasiadas expectativas en un acuerdo. “Hay dos alternativas. O se baja De Rivas o vamos divididos. Se acordaron tarde de la convocatoria”, señalan.
En el Palacio Municipal se preguntan, a esta altura, cuáles son las intenciones de fondo de Nazario, que sigue sin hablar de manera directa con nadie. Especulan con dos alternativas:sostienen que una posibilidad es que el grupo de la exmujer de De la Sota esté tensando la cuerda al máximo para llegar más fuerte a una negociación de último momento, una metodología que ya ha aplicado en otras elecciones; la segunda alternativa es que la intención sea sólo hacerle perder la elección al oficialismo. “Sabe que sola no puede ganar, entonces la única explicación es que quiera romper todo”, dicen cerca del intendente.
Por estas horas, el peronismo ha desplegado una estrategia que busca vaciar a Nazario; pretende dejarla en soledad -incluso circula la versión de que hay deserciones en su grupo ante el temor de perder y quedarse sin nada-, pero también arrebatarle símbolos. El apellido De la Sota, por ejemplo.
Si hubo un hecho significativo en la vida política de Nazario fue su relación con el exgobernador. Uno de sus activos, incluso hoy, sigue siendo ese:es la expareja de De la Sota, un dirigente recordado y respetado en Río Cuarto y en todo el sur. La aparición de la diputada Natalia de la Sota, hija de José Manuel, es un golpe para la empresaria. Un golpe simbólico y político. La heredera del exgobernador, que también se dedicó a la política, dice públicamente que el mejor candidato es De Rivas, pide que el resto se encolumne detrás de él porque es el continuador del proyecto no sólo de Llaryora y Llamosas sino también de De la Sota y Juan Schiaretti, y además reclama “que se abran los teléfonos”, en alusión a la negativa de Nazario de atender a quienes la llaman para iniciar un proceso de diálogo.
El oficialismo intensificará los movimientos para ejercer presión sobre la exministra y evitar la fractura formal. Llaryora y Llamosas apuntan a unificar la oferta oficialista;sostienen que De Rivas está en condiciones de ganar incluso si la empresaria va por fuera pero pretenden reducir la posibilidad de una derrota. “Si vamos divididos podemos ganar, pero tampoco hay que descartar que perdamos. Se genera una competitividad mucho más marcada en ese escenario”, evalúan.
El miércoles será una primera fecha importante:ese día deben inscribirse las alianzas para el 23 de junio y constituirá un primer indicio de cuántos jugadores habrá en la cancha. Aunque hay partidos que pueden ir en soledad, sin formar un frente con otros, y por lo tanto inscribir a su candidato o candidata directamente el 4 de mayo.
En el oficialismo apuran los intentos de unificación porque además empiezan a llegar indicios de que la dispersión que imaginó en la oposición podría no ser tal. En los últimos días, hubo acercamientos entre el sector de Gonzalo Parodi y de Gabriel Abrile para llegar a un acuerdo. Por lo tanto, la posibilidad de que el médico radical vaya como candidato por La Libertad Avanza se habría disipado y, por lo tanto, habría menos opciones opositoras. ¿Ysi el oficialismo fuera dividido pero el radicalismo se uniera y sumara socios?
En Hacemos Unidos persiguen atenuar los factores de riesgo. Uno sería la división; por eso, el operativo de presión cada vez más intenso contra Nazario. Pero, además, hay que considerar el hecho de que el ejercicio del gobierno, más en un contexto como el actual, contiene peligros en sí mismo en términos electorales. El país combina crisis, incertidumbre y tensión, que lo convierten en un escenario impredecible. Cada conflicto contiene la potencialidad de impactar en la realidad local. El transporte es un ejemplo. Esta semana amenaza con ser caótica porque dejará a la gente durante tres días sin colectivos; como producto de una pelea salarial interminable, sólo habrá servicio urbano e interurbano el martes y el miércoles. El malhumor que generan esas medidas de fuerza suele canalizarse hacia los gremios pero también hacia los oficialismos. Y el que está más a mano es el municipal, que además es el responsable del transporte urbano
¿Qué cadena de episodios similares podrían desarrollarse desde ahora hasta el 23 de junio y cómo podría impactar en las elecciones y los candidatos?Es imposible de determinar. También es cierto que escapa al control de un oficialismo municipal;es una realidad sobre la que casi no incide. Lo que no escapa a su dominio es su propia organización electoral y es en ese punto en el que Hacemos Unidos espera empezar a erradicar sus propios cabos sueltos.
Fuente: https://www.puntal.com.ar/comentario/el-cerco-y-los-simbolos-n215649