La fábula del hombre misterioso
El adversario, el testigo, ese por el que hacemos todo, en realidad es nuestro doble. Ese que toma muchas formas a lo largo de nuestra vida.
No se puede escribir solo. Ni siquiera al tenis se puede jugar solo. Necesitás un adversario. En medio de la clase, el sensei nos dice que en Japón –él fue unos años a practicar…